Cada 20 de septiembre, en el país se celebra el Día del Caballo y muchos argentinos desconocen el origen de la instauración de la fecha. Por Ley, en 1999 se dispuso implementar este día en conmemoración a hechos históricos que tuvieron como protagonista a la Argentina.

La instauración de la fecha se hizo luego de la sanción de la ley 25.125 del año 1999 a los efectos de celebrar la presencia y relevancia con que el caballo acompañó a la organización histórica, económica y deportiva de la República Argentina.

Se trata de una iniciativa propuesta por la Federación Ecuestre Argentina, que centra el festejo en esta fecha en recuerdo de la llegada de Aimé Félix Tschiffely a Nueva York. Este jinete suizo -naturalizado como argentino- realizó un intenso itinerario por la geografía americana, en un recorrido que se prolongó desde abril de 1925 hasta septiembre de 1928 y que le permitió demostrar la resistencia de los caballos criollos.

Aquellos dos fieles equinos, “Gato” y “Mancha”, que hoy descansan en la estancia “El Cardal” junto a los restos del andariego profesor extranjero que los llevó por horizontes lejanos a la Argentina, son un símbolo de la entrega y la fidelidad del caballo a las causas nobles que hicieron historia. Esta fecha es un homenaje a la participación del equino en la organización histórica, económica y en la vida deportiva de la Argentina.

La importancia de los caballos en Argentina

Según datos de Cámara de la Industria Nacional Equina (CAMINE), hacia 2021 en la Argentina había cerca de 3.000.000 de caballos, de los cuales si bien muchos se siguen utilizando como medio de transporte en los rincones más recónditos del país, también son una herramienta de trabajo irremplazable para la ganadería, en tanto que su cría con fines deportivos genera un importante movimiento económico y arraigo en los pueblos del interior.

De hecho, se estima que hay más de 300.000 personas vinculadas directamente con la cría o el cuidado de caballos, entre domadores, petiseros, veterinarios, herreros, talabarteros y jinetes.

Además, el caballo argentino tiene una excelente reputación en el mundo, lo que lo convierte en una gran fuente de divisas y de atracción para los inversores extranjeros.